Juan 4.1 -42 Este relato del encuentro del Señor con una mujer samaritana, es un maravilloso ejemplo de la amorosa acogida que él da a las personas que sufren. Jesús nos está buscando siempre con amor, incluso cuando no reconocemos su mano extendida.
CLUB DE PAREJAS DEL CENTRO EVANGELISTICO DE REPUBLICA DOMINICANA